La capacitación presencial ha sido, a lo largo de años, la modalidad más utilizada por las organizaciones para el aprendizaje continuo de sus trabajadores. No cabe duda de los beneficios que este tipo de capacitación puede generar en los colaboradores. La figura de un capacitador que puede gestionar situaciones de aprendizaje experiencial y brindar retroalimentación personalizada inmediata a los participantes, además de la presencia física de otros colaboradores, con quienes se puede generar aprendizaje social y colaborativo, son los beneficios más notables de este tipo de capacitación.
Si bien es cierto, no todos los beneficios de la modalidad presencial pueden trasladarse a un entorno virtual, muchas organizaciones están virtualizando sus capacitaciones presenciales a través de conferencias en línea, sin previamente realizar un análisis de cuál es el formato adecuado para lograr los objetivos de aprendizaje propuestos.
Ron Zamir (2021) en su artículo How Digital learning Can Conquer The Challenge Of Zoom Fatigue, señala que en una investigación realizada por Robert Half en el 2020, se encontró que el 38% de los trabajadores han experimentado fatiga por tener un alto número de videollamadas. Dicho resultado va de la mano con la disminución en la motivación de los colaboradores para asistir a capacitaciones a través de conferencias en línea. Este problema es algo que no podemos ignorar y que debemos solucionar a través de un rediseño del aprendizaje.
Las capacitaciones asincrónicas, que se pueden consumir en el momento en que el colaborador tenga disponible, pueden desarrollar muchas de las habilidades que se trabajaban antes bajo un formato presencial. Por ejemplo, simulaciones realizadas con videos interactivos, situaciones de realidad virtual o aumentada, o modelos 3D pueden promover una experiencia similar a la de una capacitación presencial. Además, para facilitar al colaborador el aprendizaje no solo en cualquier momento, sino en cualquier lugar, las cápsulas de microlearning, con un formato responsive, y los documentos en PDF interactivos, son los recursos ideales.
Un punto clave al hablar de tecnología aplicada al aprendizaje es la plataforma sobre la cual se gestionará la experiencia del colaborador. Como bien señala Johanna Reátegui en su artículo ¿Cómo defino la mejor plataforma para compartir el aprendizaje en mi organización?, es muy importante definir el objetivo y la estrategia de aprendizaje antes de decidir cuál es la mejor opción para la organización. Si solo quieres contar con un repositorio de recursos para tus colaboradores, un Content Management System (CMS) puede ser lo que necesitas. Sin embargo, si buscas gestionar su aprendizaje, ofrecerles recursos interactivos, elementos gamificados, obtener métricas de consumo y aprendizaje, un Learning Management System (LMS) es la mejor alternativa. Además, los LMS son una poderosa herramienta para promover el aprendizaje colaborativo, algo que bajo la modalidad presencial era muy fácil de lograr. Otros sistemas de comunicación de las organizaciones, como el chat y el correo electrónico, también pueden utilizarse para este propósito.
Otro tipo de plataforma que las empresas pueden utilizar hoy en día son las Learning Experience Platform (LXP). Estas apoyan el análisis de las brechas de habilidades que realizan las organizaciones, ofreciendo una experiencia personalizada a cada usuario, de acuerdo a las fortalezas y debilidades que posee. Un aprendizaje a través de rutas o journeys personalizados, incrementará la motivación y el engagement del colaborador durante la capacitación.
Las organizaciones deben entender que el cambio del aprendizaje presencial a virtual debe pasar por un proceso de rediseño. No se trata de volcar todo a un modelo asincrónico ni de llenar de conferencias en línea a los colaboradores, sino de identificar el nivel de impacto que quiero lograr con el aprendizaje y de acuerdo a ello, definir una estrategia de aprendizaje con objetivos claros. Los procesos de onboarding, reskilling y upskilling deben rediseñarse por completo, para ofrecer a los colaboradores lo que realmente necesitan.
Como hemos visto, la tecnología hoy en día permite a las organizaciones desarrollar distintos tipos de soluciones de aprendizaje para sus colaboradores y gestionarlas a través de diversas plataformas. Ya no hay excusas para quedarse atrás.
Autora: Paola Benavides – Consultora Asociada Reach HR Group
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