Mayo es la época del año en la que miles de profesionales se reúnen para compartir aprendizajes, experiencias y mejores prácticas. Cada uno inicia la travesía desde lugares alejados como Asia, África, Medio Oriente, Europa y por supuesto América Latina con el solo propósito de participar en la conferencia anual de la Association for Talent Development (ATD). Por cuatro días, este se vuelve en un espacio de apertura, inspiración y camaradería de donde emerges renovado y con la caja de herramientas llena para salir y aplicar nuevas estrategias.
Sin embargo, este año parecía que la oportunidad no se iba a dar considerando la aparición y posterior crecimiento de la pandemia del COVID-19. Al principio parecía un evento alejado en otro lugar del planeta, pero ya nos dimos cuenta de que vivimos en un mundo globalizado. A inicios de marzo, se convirtió en Pandemia cerrando aeropuertos, espacios abiertos y finalmente confinamiento total. Las esperanzas de viajar desaparecieron y con ellas la oportunidad participar en este evento anual tan inspirador.
Poco a poco nos fuimos acostumbrando al hecho de que íbamos a trabajar desde casa, cambiar nuestras costumbres, aprender a usar Zoom, acomodar tu escritorio en el comedor de tu casa y así poco a poco generar una nueva forma de trabajar. Junto con este cambio, ATD asumió el reto de transformar un evento presencial para más de 10,000 personas en un evento virtual buscando llegar y conocer la realidad de los profesionales de gestión de talento en esta situación global. Por primera vez, nos veíamos todos en una problemática similar y era el momento ideal para compartir juntos. Así fue como en un mes el evento virtual se formó y también un grupo de profesionales de Perú, Colombia y Argentina con muchas ganas de seguir aprendiendo a pesar de la incertidumbre. Sabíamos que el aprendizaje colaborativo era la mejor forma de superar la situación, reforzar nuestra resiliencia y apoyar a nuestros clientes y empresas para salir adelante.
De esta manera fue como se llevó a cabo un evento extremadamente satisfactorio del cual pude reunir aprendizajes que permiten encontrar oportunidades en esta situación difícil, les comparto un pequeño resumen:
1. La era del micro-management ha desaparecido, los equipos remotos han llegado para quedarse y se ha demostrado su efectividad cuando son liderados correctamente.
2. Para generar la productividad en los equipos remotos es indispensable desarrollar personas responsables y empoderadas con una visión clara de lo que se espera de ellos, dispuestos a aprender, conscientes de cómo contribuyen al equipo y por ende comprometidos.
3. En este entorno necesitamos un nuevo líder, un catalizador y potenciador de las habilidades y capacidades de cada miembro del equipo. Él debe valorar de manera visible a cada miembro de su equipo, comunicar claramente y definir las reglas de comunicación, inspirar, motivar, promover la colaboración y finalmente confiar plenamente en las capacidades de cada uno.
4. Desarrollar estas capacidades en el líder es el reto para nuestra área, considerando que también debemos desarrollar sus habilidades tecnológicas para realizar un acompañamiento eficiente de su equipo. Debemos formar líderes resilientes a partir de su propio autoconocimiento, potenciar el aprendizaje siguiendo objetivos de carrera claros y bien definidos por cada organización. Es nuestra labor proveer los programas de aprendizaje que permiten generar estas habilidades en los líderes y potenciar la resiliencia de la organización. Somos el eje de cambio que promoverá el crecimiento o estancamiento de cualquier empresa.
5. Por esta razón, recae en nosotros la responsabilidad de generar programas virtuales de aprendizaje que realmente apunten a ayudar a los líderes y a la organización a lograr el rendimiento esperado. Programas virtuales con objetivos claros y medibles en las diferentes etapas de desarrollo pudiendo de esta manera demostrar el valor de nuestra gestión. Por supuesto, es también momento de aprovechar los grandes beneficios de la tecnología para el servicio de un diseño centrado en el usuario, que le permitan mejorar su desempeño, pero que también sean funcional.
En resumen, este espacio de aprendizaje nos permitió superar la frustración inicial y descubrir que tenemos un rol muy importante por cumplir en el área de gestión de talento. Nuestro rol implica asegurar que el aprendizaje se mantenga cómo valor diferencial dentro de cada organización, un valor que permita desarrollar líderes remotos eficientes, motivadores y resilientes, ejes del cambio y fortaleza de las organizaciones. Asimismo, necesitamos estar abiertos a la tecnología como aliado, pero siempre asegurando que sea utilizada con un diseño alineado a la estrategia de la organización y centrado en el usuario para que permita presentar resultados medibles. De esta manera demostraremos que el aprendizaje es un el valor diferencial que permite superar la incertidumbre, generar innovación y superar expectativas.
Autor: Johanna Reátegui Risco – Gerente de Consultoría de Reach HR Group
Leer original: http://bit.ly/ArticuloResiliencia
