El ROI de evaluar habilidades: ¿Qué gana realmente la empresa?
Hablar de retorno de inversión (ROI) en talento humano puede parecer, a primera vista, algo complejo. No siempre es fácil ponerle número al impacto de una capacitación, una promoción interna o una mejora en el clima laboral. Sin embargo, cuando se trata de evaluar habilidades, los beneficios son más concretos de lo que parecen.
Porque sí, evaluar bien genera retorno. Y mucho.
La evaluación de habilidades ya no es solo una herramienta de diagnóstico. Es una palanca de transformación. Permite tomar mejores decisiones, reducir errores costosos, potenciar el desarrollo interno y anticipar problemas antes de que estallen. En otras palabras: genera eficiencia, calidad y sostenibilidad en los procesos de talento.
Veamos cómo.
📉 ¿Qué cuesta no evaluar?
Antes de hablar de lo que se gana, pensemos en lo que se pierde cuando una organización no evalúa habilidades de forma rigurosa:
- Contrataciones fallidas: Una mala decisión de selección puede costar entre 6 y 9 meses del salario de la persona contratada. Y eso sin contar el impacto en el equipo, los retrasos y el desgaste emocional.
- Planes de formación ineficientes: Capacitar a todos en lo mismo sin conocer sus brechas reales es una pérdida de recursos y de tiempo.
- Promociones mal asignadas: Promover por antigüedad o “feeling” puede frustrar al equipo y generar una rotación costosa.
- Falta de adaptación al cambio: Si no sabes cómo responde tu equipo ante nuevos contextos, puedes tener resistencia, baja productividad o incluso deserción silenciosa.
- Fugas de talento: Cuando no se identifican ni se desarrollan los perfiles con potencial, muchas veces se van.
En resumen: no medir genera ineficiencias que se traducen en costos reales para el negocio.
📈 ¿Qué se gana cuando se evalúan habilidades de forma estratégica?
Ahora sí, veamos el otro lado de la moneda. ¿Qué gana la empresa cuando mide habilidades de manera adecuada y continua?
1. Mejores decisiones de contratación
Evaluar habilidades desde el proceso de selección permite identificar no solo si una persona tiene experiencia, sino si realmente cuenta con las competencias que requiere el puesto. Esto aumenta la probabilidad de éxito, reduce la rotación temprana y mejora el clima desde el inicio.
2. Planes de desarrollo personalizados
Con datos objetivos, se pueden diseñar planes de formación enfocados en las verdaderas brechas, evitando soluciones genéricas. Esto hace que el aprendizaje sea más efectivo, más rápido y más valorado por los colaboradores.
3. Mayor eficiencia en procesos de promoción y movilidad interna
Cuando se cuenta con información clara sobre las habilidades de las personas, es más fácil tomar decisiones sobre ascensos, movimientos laterales o asignaciones especiales. Esto mejora la meritocracia y reduce la subjetividad.
4. Equipos más adaptables y resilientes
Evaluar habilidades como adaptabilidad, pensamiento crítico o colaboración permite prever cómo responderán los equipos ante el cambio. Así, se pueden diseñar intervenciones preventivas antes de que el impacto sea negativo.
5. Mayor engagement y retención del talento
Cuando las personas sienten que su crecimiento se basa en su desempeño real, y que hay oportunidades claras para desarrollarse, aumenta su motivación y su conexión con la empresa.
🧪 ¿Y cómo se mide todo esto? La propuesta de valor de Tezti
Aquí es donde entra Tezti, una plataforma diseñada para evaluar habilidades clave de forma práctica, aplicada y sin sesgos. Su enfoque se basa en ejercicios narrativos, simulaciones realistas y actividades diseñadas para activar habilidades en contexto, lo que permite medir cómo una persona actúa, no solo lo que dice que sabe.
Además, Tezti ofrece reportes claros, comparables y accionables, que permiten tomar decisiones informadas en cada etapa del ciclo de talento: selección, onboarding, formación, promoción y más.
🔄 ROI más allá del número
Aunque muchas veces queremos reducir todo a un porcentaje de retorno, la evaluación de habilidades también tiene un ROI cualitativo: mejores líderes, mejores conversaciones, mayor equidad, decisiones más justas y un equipo más conectado con los objetivos del negocio.
Y eso, a largo plazo, también se traduce en resultados concretos.
✅ Conclusión
Evaluar habilidades no es un gasto, es una inversión. Es anticiparse, tomar decisiones inteligentes y construir una cultura de talento basada en datos, no en intuiciones.
Con herramientas como Tezti, las organizaciones pueden transformar sus procesos de gestión de personas en verdaderos motores de valor para el negocio.
Porque cuando se mide bien, se decide mejor. Y cuando se decide mejor, se crece con más fuerza.