¿Por qué medir habilidades blandas, no solo es soft?

¿Por qué medir habiliades blandas no solo es soft?

¿Por qué medir habilidades blandas, no solo es soft?

¿Por qué medir habilidades blandas no es solo “soft”?

Spoiler: porque son las que más impacto tienen en el negocio.

Durante mucho tiempo, las habilidades blandas fueron consideradas un “extra”. Algo deseable, pero no esencial. Si alguien tenía buena comunicación, empatía o liderazgo, perfecto. Pero lo que realmente pesaba era su formación técnica, los años de experiencia, o el dominio de herramientas específicas.

Sin embargo, en el contexto actual —marcado por la digitalización, el trabajo híbrido y la necesidad constante de adaptación— esas ideas están quedando obsoletas. Hoy sabemos que las habilidades blandas no solo son importantes: son determinantes para el éxito individual y colectivo en las organizaciones.

Y medirlas ya no es un lujo. Es una necesidad estratégica.

📌 ¿Qué son las habilidades blandas (y por qué no son tan blandas)?

También llamadas habilidades humanas, habilidades de poder (según LinkedIn) o incluso habilidades esenciales, incluyen aspectos como:

habilidades

Estas habilidades no se aprenden en un curso técnico, pero son la base para que cualquier conocimiento se traduzca en acción. Un desarrollador puede ser brillante, pero si no colabora con su equipo o no comunica sus avances, el proyecto se cae. Un líder puede tener un MBA, pero si no sabe escuchar o generar confianza, su equipo se desmotiva.

🚩 ¿Qué pasa cuando no se evalúan?

Muchas veces, las organizaciones se enfrentan a problemas que parecen “técnicos”, pero que en realidad son fallas de habilidades blandas:

  • Altas tasas de rotación por mala gestión de equipos

  • Proyectos que no avanzan por falta de colaboración

  • Mal clima laboral por problemas de comunicación

  • Pérdida de clientes por baja empatía en la atención

  • Equipos estancados frente al cambio por resistencia no gestionada

Y lo peor: estos problemas no suelen detectarse en los procesos de selección o promoción si solo se mide experiencia o formación. Se evidencian después, cuando el costo es mucho mayor.

📊 ¿Cómo medir algo que parece intangible?

Aquí es donde entra la tecnología y, particularmente, plataformas como Tezti. Evaluar habilidades blandas no tiene que depender de la intuición o de una entrevista subjetiva. Hoy es posible observar estas habilidades en acción a través de:

  • Ejercicios narrativos con dilemas reales, donde se activa el juicio, la empatía o la toma de decisiones.

  • Evaluaciones situacionales, que presentan contextos laborales y analizan las respuestas elegidas.

  • Juegos o dinámicas de simulación, que revelan cómo una persona actúa bajo presión, en conflicto o en colaboración.

  • Autoevaluaciones cruzadas con percepción de pares, para contrastar cómo se ve y cómo la ven.

Tezti combina varios de estos enfoques para ofrecer resultados objetivos, comparables y libres de sesgos. De esta forma, permite a las empresas detectar potencial, brechas de desarrollo y oportunidades de crecimiento de forma concreta y accionable.

🚀 De “soft” a “estratégicas”

Hoy, las organizaciones que lideran en talento son las que entienden que las habilidades blandas no son blandas: son estratégicas. Son las que permiten que los equipos funcionen, que los líderes lideren y que la innovación ocurra.

Y si son tan importantes, ¿por qué seguir sin medirlas?

Con plataformas como Tezti, la evaluación de estas habilidades deja de ser algo abstracto. Se vuelve un insumo concreto para tomar decisiones más justas, más precisas y con más impacto.

✅ Conclusión

Medir habilidades blandas ya no es un «plus». Es parte del nuevo estándar en la gestión de talento. Porque lo técnico te abre la puerta, pero lo humano te mantiene dentro.

Autora: Paola Chávez Chávez

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